14 de octubre de 2008

A MI YO MÁS INTIMO

A veces las situaciones nos absorben tanto, que no nos dejan espacio para nosotros, y dejamos de ser uno mismo, sin vida propia casi, para convertirnos en un laberinto del cual no sabemos salir. Es necesario, pararse a pensar y retomar la vida que uno quiere llevar realmente. Dejarse llevar por los acontecimientos, lo único que hace es conseguir un desgaste continuo, inútil, que a veces no nos deja ser nosotros mismos.
La vida es muy corta y saber valorarla como deberíamos, no siempre es fácil. Entregarnos demasiado a los demás, a todo cuanto nos rodea, al final no nos deja tiempo para nosotros, y podemos tener una sensación de impotencia enorme.

Eximo a todos mis amigos de toda responsabilidad, que crean que tienen sobre lo que me está ocurriendo en estos momentos. Creo que a todos dí lo mejor de mí mismo, en cada momento en que acudieron a mí...ahora que no puedo dar nada, tampoco quiero que ellos se saturen con mis movidas.

No necesito en estos instantes nada que no pueda resolver yo mismo y en absoluta soledad. No quiero que nadie piense que si ha hecho o ha dejado de hacer más o menos por mí...yo creo que hice siempre todo lo que estuvo en mi mano por los demás y no necesito reconocimiento alguno, pero ha llegado un momento que me he dejado tantas capas de piel en el camino, que tengo que recuperar la mía propia. No quiero comerme más las babas de nadie...quiero por una vez en la vida, pensar en mí y solo en mí.

No sé si sabré hacerlo...porque hasta ahora nunca lo he hecho, pero para todo siempre hay una primera vez. Quiero quererme por encima de todo y de todos, y que yo sea lo primero en mi vida, antes que los demás....voy a empezar a ser egoísta, porque no siéndolo, no me ha servido de nada, hasta ahora....solo sufrir, y ya no quiero sufrir más. Por tanto me recluyo en mi nube a retomar fuerzas, y cuando me encuentre renovado, volveré. Por supuesto. Y con el triple de fuerzas...